Esta semana a medida que avanzaba, las temperaturas caían en picado y vaya frío que hacía incluso a nivel del mar. La provincia de Lugo fué de las más afectadas por la nieve y el entorno de Viveiro estaba tan blanco como una postal de navidad. Ourol, Muras, los montes del Buio, etc, se cubrieron con el manto blanco tan especial para los que no estamos tan acostumbrados a la nieve. Por tal motivo hice unas incursiones por el Buio y o Valadouro, para disfrutar a tope del paisaje. me encontré con algunas sorpresas, la primera el cadáver de un Corzo Capreolus capreolus devorado por uno o quien sabe cuantos Lobos Canis lupus, esto sucedió entre Fazouro y Ferreira de o Valadouro. Después en el entorno de los montes de o Buio, en donde hubo y todavía (aunque ya menos) unba empresa de explotación de turba (Turberas del Buio y del Gistral SA.), encuentro una pequeña maravilla, una población del relicto macaronésico Woodvardia radicans en el regato que atraviesa "la fraga das Saimas", una de las más conocidas por el entorno.
Restos de Corzo Capreolus capreolus,devorados por Lobo Canis Lupus
El alto de los montes de O Buio y sus alrededores, presentaban este aspecto.
Al ganado vacuno, poco parecía importarle la nevada y seguian comiendo como si nada, aunque creaban imágenes tan bucólicas como éstas.
Vista de la fraga de As Saimas, desde el alto de o Buio
En su interior, mucha vida.
Debido entre otras cosas a estas espectaculares y apetitosas bayas de Acebo Ilex aquifolium.
Para finalizar éstos auténticos fósiles vivientes, ejemplares del helecho relicto macaronésico Woodvardia radicans.
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